martes, 5 de enero de 2010

Para empezar

¿Hay alguien ahï?
Esto es igual que gritar dentro de un traje de astronauta durante un paseo espacial en un vuelo de un único tripulante. Lo único que hay fuera es la inmensidad azul eléctrica y las luces tal vez extintas ya de lejanas estrellas vacias y frías. Tal vez se deje ver colgado en algún punto del espacio sin límites un planeta lejano azul o blanco o quizás naranja, pero en cualquier caso vacio, así que, ¿para quién grito? Puede que solo para mi así que me dirigiré a mi centro que además es redondo y equidista de todas mis potencias, aunque las intelectuales le queden un poco más lejos - Esas siempre están lejos de todo - Supongo que aquí solo y hablando para mi puedo decirmelo todo... Pero ¿cómo de todo es ese todo? Tengo 53 años, nací bajo el régimen de Franco y soy funcionario con una de las funciones duras del Estado (de derecho), así que. ¿Hasta donde soy capaz de decirmelo todo ni siquiera a mi mismo? He sido bautizado y me educó una familia religiosa aunque no demasiado religiosa, más de puertas para fuera, como otras muchas de la época; aunque ahora no creo no dejo de tener presentes los pricipios morales y las enseñanzas que me inculcaron los curas. Salen a relucir a veces aunque trate de esconderlas, qué le vamos a hacer. Necesito gritar, comunicarme, gritar a los demás pero.... ¿Tengo algo que decir?
Eso quedará para otro día.

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